domingo, 6 de enero de 2008

Un nuevo comienzo

El 10-11-2007 fue un día muy importante y decisivo en mi vida. Una fecha que ha marcado el inicio de una nueva vida para mi y para los mios. Han transcurrido casi dos meses desde que decidí cambiar de vida, darle un giro de 360 grados a mi vida e ir al encuentro de mis sueños, pero para hacerlos realidad. Vine a Lima con mis maletas llenas de planes, objetivos y metas. Acá la vida no es fácil, no consigues trabajo en una semana, ni en un mes, salvo que conozcas a medio lima y te coloquen en un puesto rápido. Aquí hay que lucharla y pasar momentos duros sin dinero, pero como dice el dicho:"Dios ahorca pero no aprieta", así que al final del túnel hay una luz que todos los que luchan por salir adelante, llegan a verla. La vida aquí es muy rápida, corres contra la hora porque las distancias asfixian las horas interminables de viaje en las que tienes que soportar malos olores de personas a quienes no les gusta la limpieza diaria, los gritos de los cobradores de combi, te das un baño de dióxido de carbono y te alimentas de neblina y humedad en épocas de invierno. El sol, en el verano, calienta pero no desespera como en mi Piura querida. Al menos, hay algo bueno dentro de lo malo.

Aquí en la "Oscura Lima", a pesar de haber más competencia profesional y en donde la mayoría de los trabajos se consiguen por vara, las oportunidades de crecer profesionalmente son mayores. Tu trabajo es mejor remunerado y tus salarios, en algunas empresas, no son nada despreciables.

Pero también hay algo cierto, si bien en la capital o en cualquier otro departamento del Perú te pagan bien, el sueño de muchos de emigrar a Europa o EEUU, abarrota año a año las embajadas respectivas para ir al encuentro de sus sueños en donde la vida es mucho más dura pero se ve recompensado por un buenísimo salario. España, EEUU, Canadá, México, y otros países son los principales destinos de muchos compatriotas.

Perú es un país donde el trabajo si bien no rebalsa, sí existe, sólo que las oportunidades se presentan a quien tiene las habilidades y cuentan con los conocimientos necesarios para poder ser un profesional eficaz y eficiente en su campo de acción. Estamos en la era del conocimiento, donde el que sabe más, vale más. Así que no nos dejemos amilanar por los malos momentos que podamos vivir en una época de la vida, es sólo un momento, porque al final del camino brilla el sol y porque después de la tormenta viene la calma, y porque Dios existe.