lunes, 16 de noviembre de 2009

El Trabajo

A mis 26 años he aprendido mucho en todo aspecto. Laboral, sentimental, personal, familiar, amical y todos los aspectos de la vida.
Del trabajo quiero hablar esta oportunidad. Cada trabajo es diferente, cada trabajo es mejor o peor que el anterior, o simplemente, no es igual. Conoces a personas que son empelados como tú, conoces jefes buenos, jefes malos, jefes despotas, jefes sencillos, jefes muy alturados, jefes elegantes y sencillos, es decir, un sin fin de jefes. Pero los que más perduran en el recuerdo pueden ser los amables, sencillos, buena gente, pero sobre todo, perduran en el recuerdo los que nos enseñaron y aprendimos de ellos.
Hay un dicho que reza: "cada día se aprende una nueva cosa", y estoy seguro que eso es cierto.
Te sientes muy contento, muy feliz cuando te felicitan por tu excelente trabajo, cuando contribuiste a que las cosas en la empresa salgan bien y se lograron los objetivos. Una sonrisa se dibuja en tu rostro y no dudas en contarlo a tus seres queridos lo bien que te sentiste al recibir esas palabras mágicas "muy bien hecho".
Tambien hay trabajos en los que solamente te dicen "gracias", o en el peor de los casos, ni se dan cuenta que contribuiste en el éxito de la gestión y ni te toman en cuenta. Y luego, por la noche escuchas que los jefes deciden ir a comer algo por lo acontecido, pero los empleados son olvidados.
Considero que lo peor que pueda pasarle a uno en un trabajo es que encima que no te feliciten por tu buen trabajo, que no te consideren para la celebración de un logro alcanzado, es que te den una patada en el rabo y te echen sin razón alguna aparente (al menos para tus ojos lo es así) luego de unos meses que diste todo de ti para sacar adelante a tu empresa.
Estas cosas pasan en el Periodismo. Creo que es la carrera más adrenalínica, emocionante, excitante, emotiva, humilde, pero a la vez la más ingrata de todas.
Y no lo digo yo, sino, esta idea la compartimos con muchos colegas que nos desarrollamos en esta profesión.
Mi madre alguna vez dijo: "¿Por qué no estudiaste otra carrera?" y lo único que respondí fue: "Porque mi vocación es esta. No seré millonario ni ostentaré salarios elevadisimos, pero soy feliz y eso basta para mi". Tal vez somos pocos los que hemos estudiado esta carrera por vocación, gusto o lo que llamo yo, PASIÓN.

La vida también da vueltas y ahora, gracias a Dios, como lo dije en un escrito anterior, tengo dos trabajos. Los dos trabajos hasta el momento me han dado felicidad. Aprendo cada día más de ambos. Pero uno de ellos, a veces sí me da cólera o como se dice "te da ganas de mandar todo a la mierda, o simplemente te desgana seguir adelante". Pero llega el día siguiente y tienes las mismas ganas de trabajar del día anterior.
El otro trabajo es muy gratificante. Cada día me siento mejor en la oficina. Con mis compañeros hemos formado una familia y nos apoyamos entre todos por igual. Cuando uno necesita, los demás acuden en su ayuda.

Es gratificante saber que confían en ti, en tu trabajo. Son las 9pm en este momento, aún estoy en oficina. Hasta hace media hora avanzaba mi trabajo, pero ya cerré todas las ventanas y empezé a chatear y a escribir estas líneas, como quien dice "para relajarme".

He encontrado una buena terapia de relajación en la escritura y lo seguiré haciendo cada vez que me permita el tiempo.

Se me vienen varias cosas en ambos trabajos, sé que podré salir victorioso de estas pruebas.

Dios está conmigo y yo sé que puedo.

Hasta la próxima.....

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